Elegantes, alegres y con una energía que parece no agotarse nunca, los caniches se ganaron un lugar especial en muchos hogares. Detrás de su aspecto prolijo y sus rizos característicos hay una raza con historia, inteligencia y una sensibilidad única. En esta nota te contamos algunas curiosidades sobre estos pequeños compañeros que, más allá de su tamaño, tienen una gran personalidad.
Tienen un coeficiente canino envidiable
El caniche está entre las razas más inteligentes. Tiene una gran capacidad para aprender, adaptarse a los hábitos de su familia y comprender el ambiente que lo rodea. Es curioso, perceptivo y siempre busca interactuar con las personas que quiere. Su mente activa necesita estímulo constante: juegos, paseos y desafíos mentales.
Pelaje especial
Una de las mayores ventajas del caniche es que no pierde casi nada de pelo, lo que lo hace ideal para personas alérgicas. Sin embargo, requiere mantenimiento frecuente: cepillado regular y visitas a la peluquería canina para evitar enredos y mantener su piel saludable.
Sensibilidad física y emocional
Además de su inteligencia y energía, los caniches suelen ser perros sensibles, tanto física como emocionalmente. Pueden presentar alergias en la piel, problemas digestivos y, en los ejemplares más pequeños, molestias en las rodillas o los oídos por su estructura delicada. También tienden a acumular sarro con facilidad, por lo que la higiene dental es importante.
En lo emocional, son animales muy perceptivos: se estresan con los cambios, sufren si pasan mucho tiempo solos y pueden desarrollar ansiedad por separación. Necesitan rutinas estables, afecto constante y momentos de juego o estimulación mental para mantenerse equilibrados y felices.
Personalidad afectuosa
Son cariñosos, atentos y les encanta estar cerca de su familia. Buscan la compañía humana y disfrutan de la interacción diaria. Si se los deja mucho tiempo solos, pueden volverse ansiosos o tristes.

